Mientras Hacienda rastrea cada euro que facturas, cada movimiento en tu cuenta y cada Bizum que recibes, existe un sistema legal —sí, legal— que te permite pagar una cuota fija… aunque ganes el doble. Es lo que en la calle se conoce como los módulos. O, en términos más técnicos, el sistema de estimación objetiva.
¿La trampa? Hacienda lo quiere eliminar. Europa lo presiona. Y tú puedes estar perdiendo dinero por no entender cómo aprovecharlo.
Qué son los módulos y por qué existen
Los módulos son una reliquia fiscal que todavía resiste. Fueron diseñados para autónomos de sectores tradicionales como bares, talleres, agricultores o transportistas. El objetivo: simplificar la vida fiscal a quienes no tienen tiempo (ni ganas) de pelearse con contabilidades infinitas.
👉 En lugar de pagar impuestos según lo que realmente ingresas, Hacienda te asigna una cuota fija en base a parámetros como:
- Metros cuadrados del local
- Número de empleados
- Potencia contratada
- Tipo de actividad
Pagas lo mismo factures mucho o poco. Así de sencillo. O de injusto, según te toque.
El sistema es legal. Está regulado por la Ley de IRPF (art. 31) y la orden anual correspondiente, en 2025: Orden HAC/1347/2024.
¿Quién puede usar módulos en 2025?
Puedes tributar por módulos si:
- Tu actividad está en la lista oficial (ver BOE)
- Facturas menos de 250.000 €/año a particulares
- Facturas menos de 125.000 €/año a empresas
- Compras bienes por menos de 300.000 €/año
- No has renunciado ni estás excluido del sistema
- Eres autónomo (no SL) y sin estructura empresarial compleja (Si quieres saber más sobre deducciones fiscales de autónomo, lee aquí)
⚠️ Ojo: Si superas estos límites aunque sea por 1€, Hacienda te expulsa del sistema sin miramientos.
Lo bueno y lo malo de los módulos
Ventajas:
- Simplicidad brutal: olvídate de libros contables y quebraderos de cabeza.
- Previsión absoluta: sabes lo que vas a pagar. No hay sustos.
- Incentivo fiscal: si facturas más de lo que Hacienda calcula, tú ganas.
Riesgos:
- Pagas aunque no factures: da igual si hay huelga, enfermedad o pandemia.
- Desfase digital: no sirve para negocios online ni escalables.
- Fecha de caducidad: Bruselas lleva años exigiendo su eliminación. Cada año, más actividades se quedan fuera.
¿Y fuera de España?
Olvídalo. Esto no existe fuera de nuestras fronteras. Los módulos son un invento castizo. Casi medieval.
Otros países tributan en base a beneficios reales o tramos simplificados, pero no con reglas arbitrarias como “la luz que tienes contratada”. Somos una anomalía. Y como toda anomalía fiscal, tiene los días contados.
¿Te conviene usar módulos?
Te puede convenir si:
- Tus ingresos son estables o altos para tu actividad.
- No tienes muchos gastos deducibles.
- Prefieres sencillez a optimización total.
No te conviene si:
- Tus ingresos fluctúan o puedes tener meses malos.
- Puedes deducir muchos gastos (vehículo, oficina, suministros).
- Tu actividad está en la cuerda floja y puede ser eliminada del sistema.
¿Oportunidad o suicidio fiscal?
El sistema de módulos puede ser un chollo. Pero también puede ser una trampa si no sabes usarlo.
👉 Si ya estás dentro y no te lo has cuestionado, quizá estés regalándole miles de euros a la Mafia.
👉 Si podrías entrar y no lo haces por ignorancia, estás perdiendo una de las últimas vías legales para pagar menos impuestos sin arriesgarte.
Y si lo estás pensando, no lo pienses mucho. El sistema puede desaparecer. Y cuando lo haga, no habrá vuelta atrás.
BONUS: ¿Cómo saber si te conviene?
- Revisa si tu actividad está en la lista permitida.
- Calcula tu facturación anual estimada.
- Compara lo que pagarías en estimación directa frente a módulos.
- Si ganas, entra ya antes de que lo cierren.
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Saludos a la Mafia Corrupta.